La hidrocefalia es una acumulación de líquido, que conlleva a que aparezca hinchazón del cerebro. Es causada debido a un problema con el flujo del líquido que se encuentra rodeando al cerebro, es decir, el líquido cefalorraquídeo. Este se encuentra rodeando ya al mencionado cerebro, la médula y ayuda a a amortiguar a el primero.
Este líquido circula entre el cerebro y la médula espinal y es absorbido en el torrente sanguíneo. El aumento en los niveles de este líquido que provocarán la hidrocefalia pueden deberse a las siguientes causas:
1. Bloqueo del flujo del líquido cefalorraquídeo.
2. Lenta absorción del líquido en la sangre.
3. Aumento excesivo por parte del cerebro de este líquido.
La hidrocefalia no solo se limita a esas causas, sino que puede estar producida por otras tales como:
A. Defectos de tipo genético.
B. Determinadas infecciones durante el embarazo.
Si hablamos de hidrocefalia en niños pequeños, encontramos:
I. Infecciones que afecta al sistema nervioso central.
II. Sangrado intracerebral durante o después del parto.
III. Lesión antes, durante o después del parto, que incluya hemorragia subaracnoidea.
IV. Tumores del sistema nervioso central que incluyan al cerebro o a la médula.
V. Lesión y/o traumatismo.
Se presenta normalmente en niños.
Entre los síntomas más destacados encontramos:
- Llanto breve, chillón y agudo.
- Cambios en la personalidad, memoria, capacidad para razonar,..
- Cambios en la apariencia facial
- Estrabismo o movimientos oculares descontrolados.
- Somnolencia excesiva.
- Dolor de cabeza.
- Incontinencia urinaria.
- Pérdida de la coordinación y problemas para caminar.
- Vómitos.
- Movimientos lentos.
Dentro de las pruebas y exámenes más utilizados en este caso encontramos:
1. Tomografía computorizada.
2. Arteriografia.
3. Gammagrafía cerebral con radioisótopos.
4. Ecografía del cráneo.
5. Punción lumbar y análisis del líquido cefalorraquídeo.
6. Radiografías del cráneo.
El tratamiento se centrará en conseguir que se reduzca o se prevenga el posible daño cerebral, mejorando el flujo del líquido.
Si se pudiese se llevaría acabo cirugía para reducir la obstrucción. En caso de no poder hacerlo, se colocaría una sonda para redirigir el flujo.
Otras veces también se puede recurrir a antibióticos si hubiese signos de infección, extirpar o cauterizar el cerebro o realizar una ventriculostomía endoscópica.
Fuente: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001571.htm
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