jueves, 20 de noviembre de 2014

Síndrome de Gilles de la Tourette, más allá de los tics.

Todos y cada uno de nosotros estamos muy familiarizados con los llamados "tics", movimientos o sonidos repentinos y que la persona realiza de forma repetitiva sin darse aparentemente cuenta. Todos conocemos al señor que va al bar del barrio y que parpadea más de la cuenta o seguramente la mayoría tenemos algún pariente que realiza algún movimiento brusco de manera constante y sin ser capaz de controlarlo. Sin embargo, estos problemas que parecen livianos en un principio, adquieren una dimensión mayor al hablar del Síndrome de Gilles de la Tourette.

Los principales síntomas de esta patología son una cierta cantidad de tics motores o vocales que se alargan durante, como mínimo, un año, pudiendo tener lugar de forma intermitente o diariamente a lo largo de dicho año.Los tics se clasifican en simples y complejos. En los síntomas motores simples participa una pequeña cantidad de músculos y ocurren separados de otros tics, del tipo de un parpadeo excesivo o determinadas muecas faciales. Por su parte, en los motores complejos son muchos más los músculos implicados, por ejemplo tocar insistentemente a alguien o alguna parte del propio cuerpo.





Los tics vocales simples suponen carraspear o tararear repetidamente mientras que los complejos llevan a repetir lo que dicen otras personas (se llama ecolalia) o a decir palabrotas involuntariamente (coprolalia).

No se conoce la causa exacta de este síndrome si bien es cierto que las investigaciones apuntan a cambios en el cerebro y a problemas en cómo se comunican las neuronas entre sí, se debe a un desequilibrio en los neurotransmisores.

No existe tampoco ningún tipo de prueba o test específico para clasificar a aquellas personas que sufran el síndrome por lo que el facultativo se vale de antecedentes médicos familiares, resonancias magnéticas, electroencefalogramas, etc.

En las personas bajo estrés, los tics pueden agravarse en frecuencia y tiempo.
Algunos niños son capaces de evitar sus tics durante un cierto tiempo pero la tensión va incrementándose y, a la larga, descargan tanto tics como tensión. Además, si el niño se empeña y se concentra en controlar el tic, le costará mucho focalizarse en cualquier otra tarea.

Entonces, ¿qué se puede hacer para mejorar la situación de estas personas, con especial atención en los niños?

- El hecho de implicarse de lleno en una actividad como puede ser el ejercicio físico hace que los tics se suavicen. Es muy conocido el caso del portero Tim Howard, internacional con la selección de EEUU. 


- Los niños y adolescentes que sufren este síndrome durante gran parte de su vida acostumbran a ser más comprensivos con otros jóvenes con problemas por lo que podría ser positivo el voluntariado.

- Realizar actividades creativas como pueden ser pintar, escribir o tocar un instrumento focalizan la mente en otras cosas y ayudan al desarrollo cerebral. Se sospecha que el mismísimo Mozart sufría dicho síndrome.


Fuentes:

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000733.htm

http://kidshealth.org/parent/en_espanol/emociones/tourette_esp.html#

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