martes, 9 de diciembre de 2014

Botulismo

¡Buenas tardes de nuevo! Hoy hablaremos del botulismo. El botulismo es una enfermedad que se origina por una bacteria: clostidrium botulinum. Esta bacteria la podemos captar de dos formas: mediante esporas, bien a través de la ingestión de alimentos, o bien a través de la penetración en heridas. A mayores existe también el botulismo del lactante que suele producirse al ingerir miel. Con el paso del tiempo se va a producir la toxina, de la cual aunque se ingiera una mínima cantidad, la intoxicación puede ser grave. En esta imagen os dejo un poco resumido lo que acabo de explicar, y además aparecen las vías de alimentos mediante las cuales es más frecuente llegar a tener botulismo.

Fuente: www.edgarmelendez.wordpress.com
Podéis ampliar la imagen haciendo clic en ella.
De nuevo, estamos un día más ante una enfermedad rara, la cual va a tener una baja incidencia en la población. Aunque también es cierto que como no es una enfermedad hereditaria, sino que se padece por intoxicación, la incidencia va a depender en cierta medida del grado de higiene que tenga el sitio.
Con todo, en un año se calcula que podrían aparecer como mucho unos 15 casos por cada 100.000.
En el caso del botulismo del lactante es diferente. Por ello, a continuación os dejo un mapa mundial donde podréis ver la incidencia por países del botulismo del lactante.
Fuente: www.politicaspublicas.uncu.edu.ar
Podéis ampliar la imagen haciendo clic en ella.
Si os fijáis, el período de tiempo es de 27 años, y en esos años tan solo se han conocido en España 11 casos.
Los síntomas principales de esta enfermedad abarcan sequedad bucal, ptosis palpebral o párpados caídos, hipotonía muscular y debilidad, problemas a la hora de respirar o tragar, vómitos... y en el caso del botulismo del lactante, estos síntomas pueden verse aumentados con otros, como son un llanto más débil de lo normal o estreñimiento.

Para diagnosticar esta enfermedad es fundamental la entrevista. El médico preguntará al paciente si ha consumido comidas latas de conservas o similar y podrá empezar a sospechar si se trata realmente de botulismo. Además, los signos clínicos son importantes, como los párpados caídos. También se puede realizar un análisis de sangre o heces para poder detectar la toxina, aunque esto requiere más tiempo y retrasa un poco el inicio del tratamiento. El tratamiento en este caso consistirá en la administración de la antitoxina botulínica, que es un medicamento. A mayores también pueden tomarse medidas para combatir las dificultades respiratorias, por ejemplo administrando oxígeno, o medidas que favorezcan la ingestión de alimentos, como la colocación de una sonda de alimentación.

Fuentes:

http://www.webconsultas.com/salud-al-dia/botulismo

http://www.msal.gov.ar/index.php/component/content/article/48/121-botulismo

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000598.htm

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