Hoy hablaremos de la ESCLERODERMIA. Se trata de una enfermedad autoinmune en la que el organismo arremete contra el tejido sano.
Tipos
Existen dos tipos:
La esclerodermia localizada, que se manifiesta en manos y cara. Es muy raro que se se extienda a otras zonas.
Y la esclerodermia sistémica que aparece en áreas extensas de la piel, incluso en órganos principales (corazón, pulmones o riñones).
Causa
La causa de esta enfermedad es desconocida. Se trata de un modelo poliegénico, ya que son varios genes los que participan en esta anomalía y también influyen las condiciones ambientales.
Síntomas
Cutáneos: dedos y manos azulados o fríos (fenómeno Raynaud), alopecia, color facial anormal, rigidez en las extremidades superiores, quistes blancos subcutáneos que a veces supuran un líquido blanco, ulceraciones en las puntas de los dedos y piel de la cara tensa.
Musculares y óseos: dolor en articulaciones, pies, muñecas y entumecimiento.
Problemas respiratorios: tos seca, sibilancias y dificultades al respirar.
Problemas digestivos: distensión, estreñimiento, diarrea...
Otros problemas asociados son la contracción de los vasos sanguíneos provocando la inflamación de los riñones y elevando la tensión arterial.
Pruebas diagnósticas
Las pruebas principales son los análisis de sangre y de orina. Además el médico puede pedir otras pruebas como radiografías, tomografías o biopsias de piel.
Tratamiento
No existe un tratamiento que cure la esclerodermia pero diversos tratamientos pueden paliar los síntomas de la enfermedad.
Los más utilizados son fármacos como los corticoesteroides, antinflamatorios e inmunodepresores. Pero además se pueden recetar medicamentos para la hipertensión, para los problemas respiratorios o para el fenómeno Raynaud. Todo ello acompañado de fisioterapia.
Fuente
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