Es un tipo de trastorno de control impulsivo en el que encontramos la pérdida de cabello por ganas de halarlo y retorcerlo hasta que se desprende. Los afectados son incapaces de cesar este comportamiento incluso cuando su pelo se vuelve más delgado. Las causas no se comprenden con claridad y las mujeres tienen una probabilidad 4 veces mayor de verse afectadas que los hombres.
Los síntomas comienzan antes de los 17 años y el cabello se pierde de forma progresiva por parches redondos a lo largo del cuero cabelludo, lo que causa un efecto de apariencia desigual. También se puede dar el caso de que la persona se arranque otras áreas de cabello como las cejas, las pestañas o el vello corporal.
Entre los síntomas podemos destacar el bloqueo intestinal si las personas ingieren el cabello que arrancan, el cabello que vuelve a crecer en áreas descubiertas aparece en forma de cerdas, ciertos comportamientos de autoagresión y sensación de placer y gratificación tras halarse el pelo.
Al referirnos al tratamiento, la naltrexona y los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina han demostrado ser eficaces para determinados síntomas.
Fuentes: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001517.htm
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